Uso adecuado de los antibióticos
*Por Dra. Talía Flores
Los antibióticos son sustancias químicas que tienen la capacidad de eliminar o inhibir el crecimiento de microorganismos, especialmente bacterias. Fueron descubiertos por Alexander Fleming en 1928, cuando observó que el hongo Penicillium notatum producía una sustancia capaz de matar bacterias.
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Los antibióticos son utilizados en medicina para tratar infecciones bacterianas en humanos. Funcionan atacando a las bacterias de diversas maneras, ya sea interfiriendo con su capacidad para sintetizar proteínas, dañando su pared celular, o interfiriendo con otros procesos metabólicos esenciales para su supervivencia.
Es importante destacar que los antibióticos no son efectivos contra infecciones virales, como resfriados o gripes. Además, su uso excesivo o incorrecto puede contribuir al desarrollo de resistencia bacteriana, lo que significa que las bacterias pueden volverse menos sensibles o completamente resistentes a los efectos de los antibióticos. Por lo tanto, es crucial utilizar los antibióticos con responsabilidad y solo bajo la prescripción y supervisión de un profesional de la salud.
El uso adecuado de los antibióticos es fundamental para maximizar su eficacia y prevenir el desarrollo de resistencia bacteriana. Aquí hay algunas pautas generales para el uso responsable de los antibióticos:
- Prescripción médica: Solo debe tomar antibióticos bajo prescripción médica. No automediques ni compartas antibióticos con otras personas. Cada infección puede requerir un tipo específico de antibiótico, y el médico debe evaluar la necesidad de tratamiento.
- Cumplir el tratamiento: Es importante seguir el curso completo del tratamiento, incluso si los síntomas desaparecen antes. No interrumpir el tratamiento prematuramente contribuye a prevenir la recaída y minimiza el riesgo de desarrollo de resistencia.
- Dosis y horarios: Tomar la dosis prescrita en el intervalo de tiempo indicado por el médico. No tomar más ni menos medicamento del recomendado.
- No compartir antibióticos: Cada persona y cada infección son diferentes. Un antibiótico que funcionó para alguien más puede no ser efectivo para su situación específica.
- Evitar automedicación: No tome antibióticos sin la supervisión de un profesional de la salud. Los antibióticos no son efectivos contra infecciones virales como resfriados o gripe.
- Informar al médico: Si experimenta efectos secundarios o si los síntomas no mejoran, comunique esto a su médico. Puede ser necesario ajustar el tratamiento.
- Prevención de infecciones: Adoptar medidas para prevenir infecciones, como lavado de manos regular, prácticas de higiene adecuadas y vacunación cuando sea apropiado.
- No guardar sobrantes de antibióticos: Si le sobran antibióticos de un tratamiento anterior, no los guarde para usarlos en el futuro. Consulte a su médico antes de tomar cualquier medicamento.
- Conciencia sobre la resistencia: Comprender que el uso indebido o excesivo de antibióticos contribuye al problema de resistencia bacteriana, que es una amenaza seria para la salud pública.
El uso responsable de los antibióticos es esencial para preservar su eficacia a largo plazo y para garantizar que sigan siendo una herramienta efectiva en el tratamiento de infecciones bacterianas.
*Internista e infectológo (del INCART).
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