El escribidor
Una de las maneras de entender una cultura específica puede ser, más o menos, en estos términos: rutina de vida de una comunidad aprendida y aplicada por sus integrantes a lo largo de la existencia.
Si esto es así, la condición de extranjero en cualquier parte del mundo pasa por ser ajeno a este programa de vida.
- Publicidad -
Dominicano, en términos técnicos, es toda persona nacida en el territorio o en el extranjero, de padres dominicanos como los define la Constitución y las leyes.
A partir del año 2013 la opinión pública ha caído en la cuenta, a partir de la Sentencia 168-13 del Tribunal Constitucional, de la existencia entre nosotros de miles de personas, dominicanas en el plano simbólico o de la conciencia, pero extranjeras en términos técnicos.
El debate originado con la publicidad de la referida sentencia ha decaído, pero no termina.
Definir a un dominicano típico en el plano simbólico acaso sea de utilidad a la hora de las grandes decisiones. Después de todo, la llaga viva lastimada con la referida sentencia es extensa y profunda. El entendimiento siempre ayuda.
Trabajador sin descanso con tal de llevar en el bolsillo el alegre tintineo de dos o más monedas.
Loco con una fría, ostentoso, no quiere ser haitiano, juega a la lotería todos los días varias veces al día, bachatero, adicto a los ruidos atronadores, hablador de una forma del castellano elaborada para utilizar la lengua sin esfuerzos mentales, capaz de cualquier temeridad, despropósito o acción absurda con tal de verse o de sentirse realizado en términos materiales y sociales. Suele, además, llevar una sonrisa siempre dispuesta para mostrar su mejor cara a un extranjero, si este no es haitiano.
Etiquetas
Artículos Relacionados